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¿Por dónde empezar al hablar de los plátanos maduros con queso? Son tantas las cosas buenas que este plato me produce, que no se cuál tiene mayor importancia. Puedo iniciar comentándote que es uno de mis platos favoritos, que para mí un asado de carne no está completo si no los incluyo en el menú o que si me encontrara con varios kilos menos, los comería todas las semanas. ¡Con eso te lo digo todo!

Esta delicia la consumimos con frecuencia en mi país y muchas veces le agregamos trozos de bocadillo (pasta de guayaba) en su interior. La receta que te comparto hoy no lo tiene, ya que en esta ocasión los he preparado con panela y canela en polvo, y no quiero que se convierta en un postre sino un acompañamiento del plato principal.

Antes de que te preguntes qué es panela (ver aquí algunas recetas), observa la fotografía que está debajo de estas líneas y me entenderás.

Esta receta es heredada de mi mamá, quien se encargaba de prepararlos para calmar los antojos de la familia y debido a esta razón, en nuestra cocina nunca faltaron los plátanos, ya fueran verdes o maduros. Caso aparte merece el queso, otra de las “obsesiones” que heredé de mis padres, jamás hubo un día en que la nevera no tuviera este manjar, situación que se repite actualmente en mi casa.

Por ser tan fanática al queso, no podía perder la oportunidad de pertenecer al Auténtico Cheese Society, un grupo en el que cada mes obtengo información y recetas sobre diversas clases de quesos, y hasta puedo recibir cupones de descuento. Si te interesa ser parte de esta sociedad, puedes registrarte sin ningún costo aquí.

Dos datos importantes a tener en cuenta cuando vayas a preparar esta receta: Usar plátanos muy maduros y un queso de buen sabor que derrita fácilmente. Yo desde que probé la variedad Quesadilla de Cacique quedé encantada y ahora lo uso en muchos platos, aunque también quedan muy ricos con queso fresco.

¡A disfrutar esta delicia!