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Sinceramente no creo que haya una receta más sencilla para una crema de zanahoria que ésta. Y no solo resulta fácil de hacer, sino que además queda muy rica.

Las cremas son la manera en que mis niños reciben de mejor manera las verduras y yo aprovecho a agregarles otros vegetales que se fundirán a la perfección con el ingrediente protagonista. Por ejemplo, ni hija se declara “enemiga” de los tomates y esta sopita lleva un tomate triturado en su preparación. El sabor de las zanahorias se mantiene como el principal, por lo tanto no levanta ninguna sospecha.

Para hacer esta crema necesitas zanahorias frescas, tomate, unas cuantas tazas de agua y aliños al gusto. Así de sencillo, no se require de nada más. Una vez lista ya la puedes acompañar con lo que quieras: crema, papitas en fósforo, cilantro picado, pan tostado o queso parmesano. Con cualquiera de las anteriores guarniciones quedará riquísima. En esta oportunidad lo hice con unas gotas de crema.

¿Con qué planeas acompañar esta deliciosa crema de zanahoria?

Otras cremitas:

• Crema de espinacas
• Crema de camarones