Arepas de choclo
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Para muchos las arepas de choclo son las favoritas de la inmensa variedad de arepas que tenemos en Colombia, por el contraste ideal de dulce y salado en su composición. Recién salidas del fuego son un deleite para el comensal y combinan perfectamente con los huevos revueltos del desayuno, aunque me atrevo a asegurar que se disfrutan muy bien solas y a cualquier hora del día.
La elaboración de las arepas de choclo viene desde antes de la época de la conquista, cuando los indios amasaban los granos tiernos de las mazorcas, que posteriormente ponían al fuego. Actualmente, esta clase de arepas hace parte de la alimentación de los habitantes de las regiones antioqueña y cundiboyacense.
Como todas los amasijos típicos de mi tierra, en el mercado ya se encuentran disponibles las harinas pre-cocidas que facilitan la elaboración de estas delicias. Sin embargo, y como siempre, te comparto la receta tradicional. Eso sí, las cantidades de los ingredientes varian de acuerdo al gusto del comensal. Para una masa más suave puede agregarse mayor cantidad de leche o de mantequilla, lo mismo sucede al graduar el gusto de dulce y de sal.
- 2 tazas de granos de maíz
- ½ taza de leche
- 1 taza de harina de maíz (la de hacer arepas)
- 2 cucharadas de mantequilla
- ¼ taza de panela rallada (o azúcar moreno)
- Sal al gusto (opcional)
- Queso blanco (En U.S.A. empleo el queso Cotija o queso fresco)
- En la licuadora mezclar los granos de maíz y la leche.
- Pasar la mezcla a un recipiente y agregar la harina, la panela y la sal al gusto.
- Amasar y verificar la sazón.
- Armar bolitas y aplanarlas hasta formar las arepas.
- Calentarlas en una sartén antiadherente y dejarlas cocer hasta que doren por ambos lados.
- Un poco antes de sacarlas del fuego, cubrirlas con rodajas de queso blanco y dejarlo derretir.
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