Un día lluvioso
This post is also available in: Español
Me encanta dormir cuando llueve! El sonido de las gotas cayendo, arrulla y hace que el momento sea aún más placentero. Así empezó el día de hoy, queriendo quedarme en mi cama, bien abrigada y con ganas de ver en la televisión, como el anterior Gobernador del estado, confesaba su infidelidad al mundo entero. CERO GANAS DE IR A TRABAJAR!!
Pero el deber me llamaba y fue así como decidí salir un poco antes de lo normal, previniendo estar tarde en la oficina por causa de la lluvia. Para quienes no conocen el sur de California…cuando llueve aquí, el tráfico es 3 veces peor de lo que es en un día caluroso. Afortunadamente, llegué a tiempo y las 8 horas laborales estuvieron llenas de imprevistos, una jornada fuera de lo normal. Al salir del trabajo necesitaba un premio, algo que me reconfortara y que al mismo tiempo pudiera disfrutar mi familia…y lo primero que se vino a la mente fue ir a comprar ese exquisito pan que sabe a mojicón. Que buena decisión!
El lugar como siempre lleno de gente, filas para entrar, filas para pagar, pero vale la pena la espera. Salí con dos bolsas llenas de manjares y lo más difícil fue no empezar a comer mientras iba manejando. El olor del pan era tan tentador!!
Llegué a casa y otro premio me esperaba: mi mamá había hecho sopa de pasta (otra de las cosas que me fascinan). Un día frio, frustrante y agotador, había tenido un final reconfortante y delicioso.
Para terminarlo aún mejor, mi pequeña Emily y yo, nos acomodamos en el “cine” de la casa, para ver Blancanieves. Una cobija y unas palomitas, fueron los complementos perfectos. Las carcajadas de Emily viendo a los enanitos borraron cualquier mal momento vivido en las horas pasadas.
Gracias a la familia por hacer que el llegar a casa, se convierta en la mejor parte de cada día.
16 Comments
Leave your reply.