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Otra de las actividades de otoño que ha llegado a convertirse en tradición familiar, es la de recolectar manzanas en Oak Glen, un poblado localizado a varias millas de la ciudad. El 2016 fue el tercer año consecutivo de nuestra visita al valle de las manzanas, paseo que disfrutamos al máximo porque además aprovechamos a realizar otras actividades.

Primero paseamos por la villa, lugar en el que comemos un pollo frito que es famoso desde hace varias décadas. Los niños se divierten en las atracciones del poblado, caminamos por las calles que imitan a una feria y comemos alguno que otro aperitivo característico de la época.

Después nos dirigimos hacia los cultivos de manzanas, donde los niños llenan bolsas con los frutos que recogen directamente de las ramas de los árboles. Este es el momento en que mi cámara no para de hacer fotos que se convertirán en grandes recuerdos, y que espero ver con emoción cuando los pequeños ya no estén tan pequeños…

Las memorias continúan disfrutando de una buena porción de pie de manzana recién hecho, con una taza caliente de sidra. Así terminamos una jornada que emociona enormemente a mi familia y que esperamos cumplir cada otoño, mientras nos sea posible.

Disfrutar de momentos así no tiene precio,

¿verdad que no hay nada más bonito que vivirlos con la familia?

Te invito a que veas este breve video y si quieres saber un poco más de Oak Glen, presiona aquí.