Cómo conservar los ajos
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Con los días tan apretados que tenemos actualmente, en los que no nos queda mucho tiempo ni para respirar, lo ideal es intentar hacerlo todo más fácil, incluyendo a las actividades en la cocina.
En una ocasión te conté cómo agilizaba el menú ayudándome con una salsa de tomate casera congelada y ahora quiero compartirte la manera en que conservo los ajos. Este truco se lo he visto hacer a mi mamá toda la vida y no solo evita que los ajos se dañen con el paso del tiempo, sino que contribuye a evitarnos unos cuantos pasos en el proceso de preparación de cualquier plato y resalta el sabor de este delicioso condimento natural.
Necesitas tener:
– Tabla para cortar.
– Dientes de ajo.
– Aceite de oliva.
– Cuchillo.
– Frasco de vidrio con tapa hermética.
Lo primero que debes hacer es quitar la cáscara de cada uno de los dientes de ajo y picarlos muy finitos. Si prefieres cortarlos en trozos más grandes, es totalmente aceptable.
Una vez picados, los depositas en un frasco de vidrio y los cubres con el aceite de oliva.
Debes cerrar muy bien el envase y llevarlo a la nevera. Los ajos tienen que mantenerse refrigerados todo el tiempo.
Cada vez que vayas a elaborar una receta con ajo, simplemente debes sacar las cucharadas necesarias de esta conserva y agregarla a la preparación. Has ahorrado una buena cantidad de tiempo y notarás su rico sabor.
Es importante recordar que entre las propiedades medicinales del ajo se encuentran su alto poder antibiótico, su efecto depurativo, al igual que su importante aporte como reductor de colesterol y la presión arterial.
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