Cómo preparar y congelar salsa de tomate
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Hace un buen tiempo que quería escribir un artículo como este, para compartir una sencilla receta que nos permite ahorrar tiempo en la cocina y que a la vez encantará a quienes prueben su delicioso sabor. La idea es preparar una buena cantidad de la siguiente salsa, congelarla después, para así tenerla siempre a la mano.
La salsa de tomate que te enseño a continuación, puede usarse en lasagnas o cualquier plato de pasta, en carnes, papas y hasta sobre unos huevos fritos con arroz. En la cocina, la imaginación no tiene límites y con esta receta podemos aplicar este dicho literalmente.
– Puedes almacenarla en bolsitas con cierre hermético o también depositándola en cubetas para hacer hielo.
– Marca la fecha del día de elaboración y luego llévala al congelador.
– Se recomienda consumirlas en un período de tiempo inferior a 6 meses.
– Para descongelar, un día antes saca la cantidad que vas a emplear y déjala en la nevera. Si se te llega a olvidar y no tienes tiempo para esto, simplemente descongela las porciones con la técnica de baño María o en el microondas.
Este procedimiento puede hacerse con otras salsas, así te ahorrarás una buena cantidad de tiempo y no tendrás excusas para dejar de disfrutar una verdadera delicia.
Aprovecho para enseñarte mi última adquisición para la cocina: este abrelatas o can opener de Zyliss. Evita que la tapa caiga en el bote y NO deja esos bordes afilados que muchas veces nos causan cortes. ¡Recomendadísimo!
- 1 taza de tomates triturados
- 1 diente de ajo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 pizca de azúcar
- 1 pizca de sal
- Calentar el aceite de oliva en una sartén y en ella sofreír el diente ajo cortado a la mitad.
- Agregar el tomate, mezclar y dejarlo por unos minutos a fuego lento.
- Añadir el azúcar y la sal.
- Servir inmediatamente.
- Si se va a congelar, dejar que la salsa se enfríe completamente y luego depositarla en los recipientes para llevar al congelador.
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