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Después de haber probado estos tres ambientadores naturales y de haberme dado cuenta de lo rico que huele mi casa, me animé a compartirlos aquí en el blog. Par que tú también puedas disfrutarlos y cuando llegue una visita, queden encantados con el aroma de tu hogar.

Yo soy de las que siempre tiene flores frescas en la casa, velas de aromas suaves y todo lo que represente frescura y aporte ese toque hogareño y especial. Con estos ambientadores naturales caseros lograrás llenar cada espacio con un aroma delicioso, libre de químicos y sustancias que pueden llegar a ser tóxicas. Ahora que tenemos a la mano tantos recursos, por qué no entrar en la “onda DIY”, ¿verdad?

Cada uno de estos aromas se preparan mezclando los ingredientes en una olla y una vez fríos, pueden envasarse en atomizadores para distribuirlos por cada rincón de la casa. Las cantidades varían de acuerdo al gusto del usuario, yo los he hecho usando como base 1 taza de agua.

Con esta mezcla consigues un aroma dulce, cálido y fresco. En una olla agrega agua, rodajas de naranja con su cáscara, trozos de jengibre fresco pelado y una astilla de vainilla (o en su reemplazo, 1 cucharadita de extracto de vainilla). Calienta a fuego bajo, deja hervir por unos minutos.

Sofisticado, un aroma fresco, delicioso. Tanto así que son muchos los productos de limpieza que ofrecen un olor similar a esta mezcla. Deposita en una olla la cantidad de agua necesaria, rodajas de limón con cáscara, vainilla en astilla o en extracto y una ramita de romero fresco. Deja hervir a fuego lento.

Sin duda alguna, mi ambientador natural favorito. Si deseas sentirte en uno de esos hoteles de lujo ubicados en el trópico, este es el aroma que te transportará a ese paraíso. Al agua añádele rodajas de lima sin pelar, una cucharada de aceite de coco y vainilla en extracto o en astilla. Calienta a fuego bajo hasta que hierva por unos minutos.

Si te animas a ensayarlos, ¿me compartes luego cuál fue el que más te gustó?

A lo mejor coincidimos con el mismo ambientador natural favorito.