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Hace unas semanas, la familia pudo disfrutar de unas cortas pero inolvidables vacaciones en la nieve. La más pequeña de la casa, pedía con insistencia una visita a las montañas y los demás miembros de la familia aprobamos unánimemente la idea.

El hotel en el que nos hospedamos

El destino elegido fue Mammoth Lakes, una de las estaciones de esquí mas importantes del país. Estando allí pudimos darnos cuenta que no solo los estadounidenses tienen a Mammoth entre sus favoritos, sino que el número de turistas provenientes de lugares tan lejanos como Australia y Nueva Zelanda era bastante notorio.

En este viaje pudimos cumplir varios sueños, vivimos cosas que nunca antes habíamos tenido oportunidad de hacer. La primera de ellas fue construir un muñeco de nieve, labor en la que invertimos casi 1 hora y parecía que no queríamos parar. La peque, orgullosa de su obra, sonreía al ver el resultado final.

El segundo sueño cumplido fue algo que personalmente anhelaba hacer. Siempre veía a los protagonistas de las películas, relajándose en un jacuzzi caliente, instalado en medio de la nieve. ¡Yo también pude hacerlo! Acompañada de un vasito de vino, sonreía disfrutando el paisaje. Pensaba que al salir del jacuzzi me iba a congelar del frío, pero no sucedió así. El cuerpo conserva el calor del agua y la sensación de relajación es insuperable, ¡como para repetirla pronto!

La tercera experiencia nueva fue sobrevivir a una batalla de bolas de nieve. Lo que empezó como una emboscada por parte de Daddy y la peque, terminó siendo una victoria apabullante de abuelita y esta servidora. Los contrincantes se rindieron, terminamos con la cabeza completamente blanca pero las carcajadas que nos provocaron, jamás serán olvidadas.

Paseamos, comimos delicioso (puedes ver aquí una de las visitas a los restaurantes del lugar), jugamos… tanto, que prometimos volver el próximo año, aunque no sabemos todavía si lo haremos en invierno o en verano. Los nativos nos comentaron que la belleza de Mammoth es todavía más espectacular en época de calor. Algo dificil de imaginar ya que las blancas montañas nos parecieron de una hermosura insuperable.

Otro destino californiano que ya puedo marcar como visitado en mi lista y planeando el siguiente viaje en primavera: la reserva de amapolas en Antelope Valley.