Los Ángeles también tiene un Koreatown
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Así es, Los Ángeles también tiene un barrio coreano denominado Koreatown. Una ciudad formada por millones de inmigrantes como ésta, por consecuencia tiene también un buen número de barrios étnicos, donde quizás los más famosos sean East LA, Chinatown y Little Tokyo. Pero Koreatown no iba a quedarse atrás, tanto que ha llegado a ser a nuestros días, el vecindario con mayor densidad de población en la ciudad.
Yo viví allí, en el edificio Langham ubicado en el número 715 de S Normandie Avenue. Mi amiga maleja me había aceptado como su “roommate”, a finales de agosto del 2003, siendo esta mi primera visita a Koreatown.
El edificio en el que vivíamos era un antiguo hotel que había sido restaurado como complejo de apartamentos, y por lo bonito que es, era elegido casi a diario para filmaciones de películas, series de televisión y comerciales. Recuerdo que en esta calle grababan la serie NYPD, y me causaba gracia ver las patrullas de la “policía de Nueva York” estacionadas al frente del edificio.
En la cuadra siguiente, daba la sensación de haberse perdido en el tiempo y haber aparecido en Asia. Decenas de letreros gigantescos adornaban los edificios del barrio, escritos en caracteres ilegibles para mí. El mismo lenguaje que hablaban a una velocidad impresionante, los habitantes del sector. Los supermercados vendían unas frutas tan exóticas que jamás había visto en mi vida, y de los numerosos restaurantes salían los aromas tentadores de unos platos que ahora se encuentran entre favoritos.
Aquí probé por primera vez el té boba, el cual, a pesar de ser originario de Taiwan, se vende por montones en Koreatown. Los centros de karaoke y las boutiques comercializadoras de los cosméticos Shiseido, también abundan en el vecindario.
Hubo un sitio que siempre llamó mi atención: Un pequeño local con un letrero escrito en una hoja de papel que anunciaba la venta de pollo a la brasa. El lugar era tan pequeño, y tan exitoso, que todos los días la fila de clientes parecía dar la vuelta a la manzana. Recientemente volví a pasar por la misma cuadra, observando que el local se amplió notablemente y sabiendo hoy en día que es uno de los negocios más prósperos de la ciudad.
Si planeas visitar Los Ángeles en el futuro, pasar por Koreatown puede ser una buena opción. Un lugar donde se come muy bien, se toma un té delicioso y se remata la jornada demostrando tus dotes musicales en el karaoke. ¡No se puede pedir más!
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