Celebración de Thanksgiving 2013
This post is also available in:
Español
Ha llegado una de las fiestas que más me gusta, la primera de las tradiciones norteamericanas que conocí y el día que espero durante todo el año: la celebración de Thanksgiving, o Día de Acción de Gracias.
Esta vez lo festejamos en casa de la Tía Mary, quien siempre se ha esmerado por preparar deliciosos manjares y atender a la familia de la mejor manera posible. El año pasado tuve que empezar a cocinar desde las seis de la mañana, porque fui la encargada de alistar el menú completo.
En el 2013 solo tuve que llevar los ingredientes necesarios para preparar unos martinis de manzana, así que la única batalla que tuve que librar fue la de hacer una larga fila en el supermercado o encontrar un lugar para estacionarnos, y eso que compramos todo con anticipación. En Estados Unidos, ir a un supermercado durante la semana de celebración de Thanksgiving, e incluso antes, es una situación arriesgada.
En la cocina parecía que se habían repartido las funciones para que todo saliera bien. Mientras Mary no le quitaba un ojo de encima a los panes y rollos de canela que se doraban en el horno, el tío Brock se encargaba de cortar el pavo en trozos.
Otros estaban pendientes de que el gravy estuviera en su punto, tarea bastante importante porque con esta salsa bañamos el pavo y el puré de papas. “Daddy” fue el elegido para preparar los martinis que entretenían a la gente, mientras los pasteles en el horno llegaban a su punto.
Abuelita y la peque se divertían en el patio, hasta que llegó el momento en que todos los miembros de la familia cumplimos con una tradición. El tomarnos de las manos formando un círculo, y con palabras muy sentidas agradecer por todas las bendiciones recibidas durante el año. Celebrar la vida es una de las partes más bonitas de esta fecha y algo que deberíamos hacer siempre.
Cuando la mesa ya estaba lista, pudimos probar el exquisito menú que la anfitriona había preparado: pavo relleno al horno, papas dulces con nueces, habichuelas (judías, ejotes o vainitas), puré de papas, salsa de arándanos, ensalada de frutas, panes, rollitos de canela y los famosos pasteles de manzana, cereza, frutos rojos y calabaza, que la tía Mary siempre hace por estas fechas.
Al llegar a nuestra casa, aun con la barriga muy llena, encendimos la chimenea y le dimos los últimos toques a la decoración de la próxima fiesta: la Navidad. Esperamos con ansias la llegada de diciembre, un mes en el que no paran las celebraciones, ¡tal y como nos gusta!
17 Comments
Leave your reply.