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¡Brownies, una de mis mayores debilidades!

Sé que para muchas personas el momento en que se aproxima su cumpleaños, el ánimo cambia y generalmente quisieran que el “fatídico” día no llegase tan rápido. Pasa lo contrario, de cuando estamos pequeños, que anhelábamos con ansias esta fecha y contábamos los días con tanta emoción. Bueno, todavía me hace ilusión celebrar mi cumpleaños y afortunadamente tuve esa dicha hace algunas semanas.

El 10 de Diciembre es el día en que nací. Según mi mamá, la clínica David Restrepo fue el lugar elegido para recibirme y fui la primera hija del matrimonio, la primera nieta en las dos familias y la consentida por mucho tiempo. Este año la celebración de mi aniversario de nacimiento duró una semana, gracias a la familia y amigos, momentos que hoy quiero compartir con ustedes.

Al empezar la semana, mis amigas y yo nos reunimos en el bar al que solemos ir frecuentemente. Comimos, tomamos mojitos y nos reímos sin parar.

El sábado, día oficial del cumple, coincidió con una salida súper linda con mis amigas blogueras. La jornada se inició con un desayuno en casa de Ana, para luego irnos hasta Santa Bárbara y allí visitar unos viñedos, probar vinos y pasarla bien.

El vehículo que llevó a 15 bloggers de paseo.

Con Dari, rumbo a Santa Bárbara.

Después de catar seis diferentes clases de vinos y orgullosas de haber podido salir del lugar sin tropezar, un delicioso picnic nos esperaba. Mientras comíamos, mi teléfono me indicaba que el Barcelona volvía a derrotar al Real Madrid en su propia casa. El corazón se hinchaba de emoción, por la comida, la compañía y por la maestría de Messi.

Una bolsa de comida para cada una de las asistentes, cortesía de las chefs Nicole y Ericka.

Posteriormente, llegamos a otro lugar, donde la combinación de cupcakes y vinos nos dejaba perplejas. Luego una caminata por el pueblo de Los Olivos, fue la culminación a un lindo día.

A la mañana siguiente, en mi casa se empezaba a sentir el ambiente de celebración. Mi mamá y mi hermana se encargaban en la cocina, de preparar todo para recibir a los invitados de honor: el resto de la familia. Comida española fue la mejor decisión.

Me apresuré a buscar un abrigo y salir a encontrarme con mi mejor amiga, quien me había avisado días atrás, de que tenía un regalo sorpresa y que debíamos encontrarnos en su casa antes de las 7:30 p.m. Mientras manejaba el día anterior, sin querer vi una valla que anunciaba el concierto de Andrea Bocelli en la ciudad y la hora era precisamente esa, las 7:30 p.m.

La emoción me invadió, incluso sin tener la certeza de que ese fuera el lugar sorpresa…cuando le pregunté a Caro, ella confirmó mis sospechas. Suspiros, solo suspiros de felicidad. El momento cumbre de la noche: Con te partirò y mis lágrimas no se pudieron contener, como la primera vez que vi bailar al agua al son de esa canción en el Hotel Bellagio en Las Vegas. Inovidable. Esa noche, él estaba ahí, con esa voz impresionante. Gracias, Caro! Un sueño hecho realidad.

Nota: Este artículo quiero dedicarlo a todas esas personas que hicieron esta fecha algo más especial (incluído el Barça). Muchas, pero muchas gracias!

¡Olé!