Recuerdos: Avena colombiana
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Todavía sigo con la nostalgia que me trae esta época, nostalgia de la buena, en la que se recuerdan momentos con mucha alegría. Hace poco, en el show de radio que tenemos, hablábamos de las recetas que extrañábamos de nuestros países natales y salió a relucir una bebida que a mí me encantaba: la avena colombiana.
Es cierto que la avena es preparada en todas partes del mundo pero la que yo extraño, es una que venden en una pequeña ciudad de Colombia llamada Espinal. Cuando por motivos de viaje, pasábamos por esa ciudad, era visita obligada ir a tomar avena. Se servía muy fría, apenas para apaciguar la temperatura tan alta de la región. También podíamos tomar una avena similar en unas cafeterías llamadas Yel Coctel. En la época de la universidad, mi amiga Jeanneth, tenía grandes antojos de esta avena y muy a las 8 de la mañana estaba golpeando la puerta del negocio para que nos atendieran (abrían a las 9 a.m.) Carolina y yo nos escondíamos avergonzadas, esperando a aparecer cuando ya hubieran acomodado mesas y sillas para nosotras. La vergüenza se olvidaba en el momento que estábamos saboreando esa avena que tanto nos gustaba.
Esta tarde intenté preparar algo similar a esta bebida, con resultados muy buenos afortunadamente. Mi mamá y mi niña le dieron el visto bueno y las tres disfrutamos de esta delicia. Fue tan fácil como mezclar leche, hojuelas de avena, azúcar, canela y esencia de vainilla, en una licuadora.
Definitivamente, la leche además de proporcionarnos el calcio que necesitamos, de poseer antioxidantes y de ayudarnos a mejorar nuestro físico, ha dejado los recuerdos mas felices de mi vida, trayendo a mi mente grandes momentos con los amigos y la familia.
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Aclaratoria: Este artículo hace parte de una campaña patrocinada por California Milk Processor’s Board y Latina Mom Bloggers .
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