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A Emily y a mí nos gusta mucho ir a la playa y tenemos una en especial. Se llama Baby Beach y queda en Dana Point, CA. Nos encanta porque es ideal para los niños, no hay olas, está vigilada constantemente, es limpia y el parking esta justo al frente. Además es un lugar en el que los padres sí podemos descansar, pues al ser tan segura, no tenemos que estar todo el tiempo persiguiendo a los niños. Lo normal es ver a las madres acostadas en la arena, disfrutando del sol, mientras los pequeños juegan en el agua. Eso sí, sin dejar de vigilarlos por un segundo! Pero como dije, se puede descansar.

La semana pasada fuimos y daddy nos acompañó. Como siempre nos da mucha hambre, íbamos preparados para todo. Llevamos tortilla española (huevos y papas), pan, fresas, jugos de manzana y varios helados como postre. A mí me encantan las paletas Crunch y a daddy los conos Drumstick. Emily comió de los dos, ella no tiene preferencia, igual le fascina todo lo que tenga chocolate! Hay que aclarar que los conos llegaron incompletos, pues daddy se comió uno antes de llegar a la playa.

Pasamos un día relajado, leímos, hablamos y al final nos tocó el turno de hacer castillos en la arena. De eso no nos íbamos a librar, es parte del paseo. Emily se divirtió bastante porque en esta playa siempre hay muchos niños y tiene con quien distraerse por montones.

Aclaratoria: Esta entrada ha sido patrocinada como parte de una campaña de Nestlé. Mi opinión es honesta y este artículo no ha sido editado por terceros.