Jugo de lulo
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Si un mexicano me preguntara por las “aguas frescas” que consumimos en Colombia, seguro que nombraría en primer lugar al jugo de lulo, porque representa cabalmente la definición de frescura.
Sin duda alguna, es una de las bebidas favoritas de los colombianos. En tierras cálidas, por su ácido sabor, se convierte en uno de los jugos más apetecidos para saciar la sed. Incluso en lugares como el Valle del Cauca, se mezcla perfectamente con una limonada helada, originando la refrescante lulada.
El lulo es conocido como naranjilla en otros países de Latinoamérica, y al parecer en Colombia recibió este nombre, por herencia de la lengua Quechua. En cuanto a sus propiedades nutricionales, el lulo aporta una buena cantidad de hierro, fósforo, vitaminas A y C, que lo convierten en un buen remedio natural para quienes padecen de gota, mejora el funcionamiento de los riñones y contribuye al fortalecimiento de huesos, uñas y cabello.
En los países alejados del trópico, podemos conseguir su pulpa de forma congelada, lo cual se agradece, pues el delicioso sabor de la naranjilla o lulo es casi que insustituible.
- 1 bolsa de pulpa de lulo congelada
- 2 vasos de agua
- ½ vaso de hielo
- 4 cucharadas de azúcar (al gusto)
- Mezclar todos los ingredientes en la licuadora.
- Revisar la cantidad de azúcar y servir inmediatamente.
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